jueves, 24 de junio de 2010

En defensa de los 2 años

Querría haber escrito un post sobre la duración del ISEN, pero Amigo de Brutus me ganó de mano en el siguiente comentario:

"El tema de este comentario también estaba en el anterior (en la posdata) porque también hay un tema recurrente en los post del blog. El tema del ISEN. Será porque mi experiencia en el ISEN fue bien diferente o porque tengo una estima particular para lo académico o porque me parece que su condición de experimento institucional solitario en el Estado argentino lo un tanto frágil pero, en todo caso, me parece innecesario el uso de munición tan gruesa.

Me explico: a mí me parece interesante que la Cancillería conserve un lugar semi-preservado del trabajo diario para la formación de base de los funcionarios. Podemos discutir qué currícula enseñar, cuántos idiomas, y todo lo demás que se nos ocurra pero me da la sensación de que cuando se resignan esos espacios institucionales (borrar un año, por ejemplo) en pos del "learning by doing", no se los recupera más. Y a la larga te convertís en un sello de goma como tantas academias diplomáticas de la región.

Creo que el tiempo del ISEN es el último momento de calma antes de que el día a día del trabajo haga de la formación algo mucho más difícil.

Si a eso le sumas que la heterogeneidad de las carreras de grado de los concursantes ha aumentado y que el nivel de idiomas es bastante básico, reduciendo el ISEN a un año, en el mejor de los casos, tenés secretarios con un inglés rudimentario, un portugués inexistente y una base común de conocimiento de PEA bastante endeble.

Ahora, se podría volver a cerrar el espectro de carreras aptas para que la universidad haga la nivelación y subir el nivel de idiomas necesario para inscribirse pero vaya uno a saber cuántas personas se inscribirían. Además del sesgo sociológico que, estimo, eso daría a los futuros funcionarios.

También podrías decir que el resultado de dos años de ISEN es ese mismo. Al margen de que no creo que eso sea así, me parece que la respuesta en todo caso está en trabajar sobre los problemas de formación y no en regalar el espacio entero para darle un perfil más burocrático a la carrera.

Para concluir, me parece que la última gestión del ISEN ha hecho cosas bastante piolas. Si me preguntás a mí qué me hubiera gustado en mi ISEN: más tiempo para terceros idiomas, menos fragmentación de materias y seminarios sobre formulación de políticas públicas y recursos humanos."

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