lunes, 28 de enero de 2013

Luanda, Luanda

Es una propaganda, no me acuerdo muy bien si de una empresa de celulares o de un banco. En la imagen se ve una foto del Delta del Okavango o alguna vaina por el estilo. La leyenda está escrita en inglés:

Some people call it Africa. We call it home.

Es mi mismo sentimiento, por lo menos por unos meses más. Desde el 1° de diciembre, por una serie de circunstancias aleatorias y que no vienen al caso en este momento, estoy semi-viviendo en São Paulo de Luanda, capital de Angola. Ciudad de contrastes - clisé inútil, ya que todas las ciudades están hechas de contrastes. Pero en esta es como que uno viviera dentro del clisé.

Es una ciudad grande. Es un caos. Es una Luanda que son muchas Luandas. Es la capital de un paìs que desde su independencia y hasta hace diez años vivió en guerra civil y hoy con las rentas del petróleo tiene la posibilidad de inventarse como Nación. Es la ciudad donde en la esquina de la Lenin con la Salvador Allende está la sede de Chevron, y donde la Embajada tiene cuenta en la Agencia Che Guevara del Banco Angoleño de Inversiones.

Es una ciudad que se sueña como la Dubai del Sub-Sahara, y que cuando se despierta no tiene donde botar los deshechos de sus cloacas. Donde el único transporte público son los inefables candongueiros. Donde el Camarada Presidente anuncia a viva voz que "Angola crece más y distribuye mejor". Y donde, a pesar del oro negro que garantiza el 70% de los ingresos fiscales, todas las noches barrios enteros de la ciudad pasan horas sin luz.

Así que, bueno, por unos meses van a leer mucho sobre Angola. Comandante, por ahora podés ubicarme en tu blog, ahí donde dice "Argentinos desde el exterior".